“Las venas son las responsables de recoger la sangre distribuida a las extremidades inferiores por medio de las arterias y retornarla al corazón. En las venas varicosas se invierte el sentido de la sangre y el retorno las mantiene en la pierna, concentrándose en la zona. Se trata en suma de una dolencia producida por la aparición de venas dilatadas y tortuosas en las que se produce reflujo”, explica el doctor Airam Betancor, especialista en Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Perpetuo Socorro.

Alertan de su existencia síntomas como piernas cansadas y pesadas, dolor, sensación de calor, hormigueo, calambres nocturnos y/o ardor plantar. Esta dolencia al avanzar provoca señales más visuales, como prominencias en la piel.

Varices, hinchazón de miembros inferiores, oscurecimiento de los tobillos o úlceras varicosas. Son las manifestaciones de la insuficiencia de las venas safenas, responsable de más del 90% de los casos de insuficiencia venosa crónica.

Para evitar su desarrollo ha surgido un nuevo y revolucionario tratamiento, en el que Hospital Perpetuo Socorro es pionero en Canarias, denominado técnica Venaseal. Con él no sólo pueden eliminarse de forma sencilla y eficaz las varices sino evitar la cronificación de un problema que no es sólo un problema estético sino una enfermedad vascular que puede derivar hacia complicaciones que pueden aparecer a partir de su segundo estadio. Entre ellas se encuentra la tromboflebitis y la trombosis venosa profunda, que consisten la formación de un coágulo sanguíneo en el interior de las varices o de las venas profundas de la extremidad que puede llevar a una embolia pulmonar y con ella a la muerte. “Por ello y para corregir de la forma más sencilla y eficaz posible esta patología es por lo que debe consultarse a un especialista desde su primer estadio”, asegura el doctor Betancor, introductor de este procedimiento en las Islas.

Esta técnica mínimamente invasiva no precisa de ingreso hospitalario, se lleva a cabo en los quirófanos de cirugía menor ambulatoria y el paciente se va a casa al finalizar el tratamiento. Su duración media no suele superar la media hora y sólo precisa de una analítica que asegure una correcta coagulación en el paciente. Indicado a cualquier edad, incluso las más avanzadas, aventaja al láser y la radiofrecuencia endovascular al no liberar calor, por lo que no es necesario infiltrar grandes cantidades de anestesia local en varios puntos de la pierna y elimina el riesgo de quemaduras, hematomas o lesiones de los nervios. Además, no produce inflamaciones, hematomas ni pigmentaciones, como los tratamientos citados o la esclerosis con espuma, y mejora el porcentaje de cierre de la vena safena con el tiempo, evitando en muchos casos las reintervenciones.

“El cianoacrilato adhesivo biológico sella la vena al entrar en contacto con la sangre, con una ligera presión de la mano del cirujano se adhieren las paredes de la vena, haciendo desaparecer el flujo de sangre en el interior de la misma, desviándolo hacia otras sanas. La vena safena sellada se convierte en un cordón fibroso que desaparece con el tiempo mientras los síntomas se desvanecen automáticamente”, asegura el angiólogo y cirujano vascular.

Respecto a la safenectomía, otro de los tratamientos existentes, evita el uso de anestesia epidural, ingreso hospitalario e incisiones en la ingle, no produce hematomas y no requiere baja laboral ni reposo. Además, con Venaseal, la mayoría de los pacientes sienten poco o ningún dolor durante ni tras el procedimiento, que está diseñado para reducir el tiempo de recuperación. De hecho, el tiempo de recuperación es mucho menor, hasta el punto de que muchas personas retoman sus actividades diarias inmediatamente después de la intervención y no es necesario utilizar vendajes compresivos ni medias elásticas. Una auténtica revolución para decir adiós a la insuficiencia de las venas safenas y todas sus consecuencias.

ESTADIOS DE LA ENFERMEDAD

Las venas safenas forman el sistema de venas superficiales de las piernas y se encargan de recoger alrededor del 10% de su retorno venoso. Cuando permiten el reflujo en su interior se dilatan y sus ramas se convierten en varices. La aparición de varices cuenta con seis fases según el estado en el que se encuentren ya que la enfermedad se va agravando si no se toman medidas al respecto. Por ello, es conveniente tratar esta patología lo antes posible para evitar complicaciones y que el tratamiento sea lo más sencillo y eficaz posible. En el estadio cero el paciente sufre los síntomas de las varices pero estas aún no son evidentes. Comienzan a manifestarse en el transcurso del estadio uno, con la aparición de arañas vasculares o telangiectasias, venas dilatadas de menos de un milímetro de diámetro situadas en la capa más externa de la piel. También en esta fase se incluyen las varículas o venas reticulares, de entre uno y tres milímetros localizadas en las capas intermedias de la piel.

En el estadio dos las varices ya son tronculares, de más de tres milímetros de diámetro. En el tres las varices se acompañan de edema o hinchazón en los tobillos y se alcanza la cuarta cuando existe daño en la piel, que se oscurece con manchas marrones. En los dos últimos estadios, el cinco y el seis, aparece la úlcera venosa que, dada su gravedad, requiere de cirugía y curas diarias tardando entre seis y siete meses en curar.